Generalmente las pinturas o recubrimientos arquitectónicos deben de cumplir dos funciones: la de proporcionar protección y al mismo tiempo decorar al sustrato. Hoy en día encontramos un mercado cada vez más competitivo y exigente, en donde las normas de calidad están siendo más amigables con el medio ambiente, y además se pretende obtener recubrimientos con mayor durabilidad que se opongan a las condiciones atmosféricas, es decir, que retengan cada una de sus propiedades iniciales el mayor tiempo posible.
La correcta elección del polímero o emulsión y los aditivos para la formulación de pinturas y revestimientos arquitectónicos decorativos es crucial para definir el éxito de un proyecto. La elección de la resina se efectuará teniendo en cuenta a qué va destinada. En general este tipo de pinturas se aplican sobre hormigón, cemento, mortero, etc. Esto conlleva a que la resina o ligante debe ser resistente a los álcalis, ya que todos los productos citados tienen una fuerte reacción a los ellos, y si estos son aplicados en el exterior, puede presentarse una mayor concentración de sales alcalinas.
El sistema pigmentario mayoritariamente es a base de bióxido de titanio y como carga principal el carbonato de calcio, según la concentración, pueden abatirse costos del total de la formulación de la pintura, sin descartar algún tipo de extender como el caolín o talco.
Los dispersantes más utilizados son los poliacrílicos, en este caso se usará un poliacrílico sódico. En pinturas satinadas o brillantes se utilizará un poliacrílico amónico que es soluble en glicoles y produce un brillo superior.
Cuando estas pinturas son aplicadas en interiores deben de tener una resistencia al frote en húmedo suficiente para poder ser lavadas en caso de que se manchen con algún producto casero o por la suciedad de las manos.
Este tipo de propiedades pueden ser alcanzadas con la emulsión VAZ80, que es de dispersión acuosa y de un copolímero de acetato de vinilo-versatato, la cual aporta una gran resistencia al medio en el que se encuentre. En paredes interiores o exteriores, genera una película de alto desempeño con excelente resistencia a la lavabilidad y alcalinidad, retención de color y brillo.
La industria de la pintura y construcción puede beneficiarse mucho de esta emulsión debido a que es factible su formulación con una amplia gama de pinturas decorativas.
El coalescente se calcula en función de la cantidad de resina que contenga la pintura, para estos casos se utilizara texanol. Se precisará un biocida con objeto de evitar la formación de contaminación bacteriana en el envase, y se podrá hacer uso de fungicidas si el medio de aplicación lo amerita (ambientes húmedos y poco soleados)